#ElPerúQueQueremos

Los liberales y su soledad

Publicado: 2014-05-18

Cuando el ahora partidario del libre mercado Alan García planeaba estatizar la banca del Perú –por cierto me encantaría preguntarle por su punto de quiebre- y algunos liberales instaron a Mario Vargas Llosa a participar de las elecciones del 90 tras su fecundo liderazgo en las protestas frente a tamaña aberración, el liberalismo empezó su camino en la vida política moderna de este país. Como entonces los liberales cabían en un taxi –cosa que no ha cambiado demasiado- no tuvieron otra opción que buscar aliados. El Movimiento Libertad buscó a quienes no pretendiesen modificarle mucho la agenda, pues en el juego político y mucho más en el de las alianzas has de estar dispuesto a negociar. Así, fue como llegaron a formar el célebre FREDEMO junto a Acción Popular y el PPC; ambos, partidos que poco hubieran hecho de ir en solitario a las presidenciales. 

Lo dicho, los liberales buscaron a los conservadores. Algo que no solo ha pasado en nuestro país, pues no es difícil encontrar en otras latitudes a partidos políticos en los que se entremezclan liberales y conservadores, con una más que evidente incoherencia. Un momento, ¿He dicho evidente? Pues muy evidente no ha de ser visto lo visto. Ahora alguien dirá, “Muchacho no seas necio, la política obliga a los grupos minoritarios a sentarse a negociar si de verdad buscan algo” ¿Sentarse a negociar el qué? U otro señor se tomaría al pie de la letra lo dicho por Von Mises y soltaría “Qué es eso de que los liberales tengan un partido político, no hombre, lo que hemos de buscar es irradiar nuestros principios a todo el espectro político, además, no me lo podrás negar, en este sentido hemos hecho grandes avances” Y yo le diría, perdóneme caballero pero es que estoy harto de no verme representado en política, estoy harto de verdad. Y razón tendrían usted y Von Mises si me interpelaran diciendo que formar un partido liberal es una empresa muy ardua pues cada liberal es un mundo, no tenemos dogmas, debatimos todo el tiempo y dudamos de todo, absolutamente todo. Pero caramba seamos valientes e intentemos juntar a esos locos que gustan de vivir en la duda constante –y por cierto, cómo lo disfrutan- pues estoy seguro de que en medio de debates interesantísimos llegaríamos a convenciones suficientes para un programa electoral.

Y así es. Pero esta vez tendríamos que asimilar nuestra soledad. Adiós señores conservadores, gracias por habernos creado mala fama pero ahora tomen su propio camino, ya nos encontraremos en algún debate. Aquí sólo se quedan quienes creen en la libertad. Y me explico, no hay medias tintas, se cree en ella o no, no se admiten barbaridades como las de “soy liberal en lo económico pero conservador en lo moral/político/civil” Señor, tómese una tila y váyase a dormir. Que aquí creemos en la igualdad de los ciudadanos ante la Ley y somos laicos. Eso sí, las creencias las respetamos todas. Y como he dicho que creemos en libertad es todos sus ámbitos, somos unos vehementes defensores del libre mercado, si señores; y antes de que se espante, déjeme decirle que no, que el libre mercado no es aquel modelo económico que consagra la explotación de los pobres en pro del enriquecimiento de unos pocos. Si usted cree eso, es que está muy mal informado y es una lástima que no haya tratado de comprobar aquello que dice Gregorio Santos o decía el ya difunto Hugo Chávez, el libre mercado en verdad no es más que la misma igualdad ante la Ley aplicada a la economía. Un contexto en el que los agentes económicos compiten de una manera leal en la búsqueda de la creación de riqueza. ¿Qué el capitalismo tiene defectos? Claro que sí, faltaba más, y por ello quienes creemos en él hemos de ser sus más enérgicos críticos. Los liberales no somos logaritmos andantes, ni vendemos utopías, que para eso ya está Marx.

Entonces, asimiladas nuestras fronteras emprendamos nuestra empresa, ¡Liberales del Perú, a la obra! [Insértense grillos y una pausa] ¿Dónde se han metido? ¿Qué ha sido de aquella terna del 90 a la que Chirinos Soto llamó “los jóvenes turcos”? A ver, repasemos algunos nombres, Enrique Ghersi, el hombre dejó la política aunque no sé si para siempre, sigue dedicándose a su oficio y encargándose del CITEL; Federico Salazar–sí, aunque muchos no lo sepan ese hombre tan simpático y matutino es un gran conocedor del liberalismo y su teoría-, no creo que tenga interés alguno en participar activamente en política; Mario Ghibellini, alguna vez lo vi en la tele y creo que sigue escribiendo pero ignoro si la militancia política aún le atrae; Álvaro Vargas Llosa, sigue a lo suyo y estoy casi seguro que la actividad política ya no le llama si le llamó algún día, y lo digo porque me lo encontré el año pasado en Madrid y tuve la oportunidad de comentarle de este mi sentimiento de soledad, no me dijo mucho, básicamente que alguien se animará algún día. ¿Más liberales? Si, por ahí cada uno a lo suyo, Beatriz Merino por ejemplo que no termina de animarse, académicos como Alfredo Bullard, Ian Vásquez, Guillermo Cabieses o José Luis Sardón –recientemente propuesto al TC por cierto, va mi enhorabuena-; y algunos periodistas que asumo liberales como Enrique Pasquel o Augusto Townsend ahí están. Asumo que como yo habrá miles de liberales anónimos (o eso espero) pero, la pregunta se cae de madura y se torna necesaria, ¿Se sentirán todos ellos solos también?


Escrito por

Solitario de Catudén

Pienso, luego escribo.


Publicado en

Trinchera Liberal

Somos libres, seámoslo siempre.